Madre mía si no se les pilla, se desnudan ellos solos vaya país.
Esta semana veíamos a Jaime Ostos ese hombre que tiene de todo menos educación desnudo de cintura para abajo en el periódico La Gaceta hablando de una herida que se hizo años atrás, exactamente hace 50 años cuando era torero en la plaza de Toros de Tarazona (Aragon).
Mientras que con una mano señalaba su cicatriz, con la otra se tapaba y agarraba su miembro viril explicando que " los médicos decidieron firmar mi defunción antes que mancharse las manos de sangre".
¿Le habrá pedido permiso para desnudarse Jaime a su hijo Jacobo, actual concursante de el campamento? Porque cuando Jacobo se desnudó para una famosa revista, a el padre no le hizo ni pizca de gracia.
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